jueves, 13 de noviembre de 2014

El agua embotellada de diversas marcas, por culpa de la pésima calidad del agua del grifo en España y fuera de ella (tiene abundantes sustancias tóxicas) está siendo sustituida por el agua embotellada.
. La del grifo se bebe con desconfianza. Pero resulta que la embotellada también es peligrosa. Peligrosa por dos conceptos: por la propia botella de plástico y por el agua misma. Greenpeace, acaba de denunciar que en el mundo se utilizan casi cuatro millones de toneladas de plástico para envasar ese agua. Un portavoz de esa organización recordó el pasado verano que el plástico genera cientos de veces más CO2 que el agua que contiene.

Y aunque de hecho, tanto el gobierno español como el inglés, a los que seguirá probablemente el francés, han decidido no importar más agua embotellada y por poner un ejemplo en los últimos Sanfermines ya un poco lejanos se decía que se había bebido miles de litros de vino pero otros tantos de agua mineral, embotellada. Y se importará o no, pero es en muchas ciudades lo que priva, entre quien puede pagarla.

Hay que decir pues, que aparte del daño que el agua haya podido hacer a los que la bebieron, el

plástico arrojado al mar seguirá con vida probablemente unos 500 años más que una lata de metal. Pero hoy vamos a dedicarnos al agua embotellada para beber y obligadamente también al plástico en sí. Por otro lado las toxinas que se encuentran en los plásticos pueden persistir largo tiempo en el medio ambiente porque los polímeros plásticos no llegan a biodegradarse por completo.

El agua embotellada nos la presentan como un producto que nos asegura nuestra salud y se nos hace ver que es señal de calidad de vida, de un cierto nivel de producto respetuosa con el medio ambiente, que además es una forma de liberarnos del agua del grifo. De hecho su consumo ha aumentado en un 68% desde el año 2000.

El sector del agua embotellada está creciendo muy rápidamente en todo el mundo, siendo uno de los negocio más seguros actualmente, pero también uno de los menos regulados, lo que da lugar a abusos auténticamente escandalosos. De hecho, en un programa de una oficina de control de medio ambiente, se analizaron 390 estaciones de medidas de aguas subterráneas, con prioridad en los sitios de captura del vital líquido en zonas agrícolas.
Y Un 40% de ellas revelaban la presencia de pesticidas, principalmente herbicidas. Diez por ciento de ellas presentaban incluso concentraciones superiores a los microgramos tolerados por litro. Valores que sobrepasan las exigencias legales para la calidad de las aguas potables.

Con todo, las cifras del negocio del agua hablan por si solas. En la década de 1970, el volumen anual de agua embotellada que se comercializa en todo el mundo rondaba los 1.000 millones de litros. En la siguiente década se dobló el consumo, sin embargo es a partir de la década de 1990 cuando el crecimiento ya es exponencial.

Según un estudio publicado por Earth Policy Institute en los Estados Unidos en 2004 se consumieron 154 millones de litros de esa agua, es decir que en ese lapso dio un salto delante de un 57% del año 2000 en que se consumieron solamente 98 millones de litros. O sea que en los países industrializados, el agua embotellada es 10.000 veces más cara que el primer año.

En el año 2001, los norteamericanos se gastaron 6.880 millones de dólares, en el año 2006 ya eran unos 10.980 millones de dólares, con un consumo de 25.800 millones de litros de agua embotellada. Esto supone un crecimiento superior anual al 9%, según los datos aportados por Beverage Marketing Corporation y la Internacional Bottled Water Association. El consumo medio anual de agua embotellada de un norteamericano estaba en torno a los 91 litros por persona/año.

La moda del agua embotellada es aún mayor en Europa. Alemania consume 10.300 millones de litros, Francia 8.500 millones de litros y España 5.500 millones de litros.

Los italianos tienen una media de consumo, de 183, 6 litros por persona/ año, los mexicanos 169 litros, los franceses y belgas 145 y los españoles de 136, 7 litros anuales. Aunque cifras comparativas por cada habitante son imposibles de hacer por la demografía sí podemos decir que el consumo de agua embotellada ha triplicado en la India y doblado en China. En realidad se constata que el agua embotellada compite en precio con la gasolina...

El consumo global de agua embotellada alcanzaba los 154.000 millones de litros, en el año 2006, y eso suponía un aumento del consumo del 57% respecto al del año 2001. Esto representa un gasto de unos 100.000 millones de dólares. El precio medio de un litro de agua embotellada está en los 0, 65 dólares.

En España el litro de agua del grifo costaba, en el año 2004, 0, 00096 euros. Como se puede comprobar el negocio es fabuloso.

Las fábricas embotelladoras frecuentemente cogen el agua que embotellan, de la misma red de agua que llega al público. En muchos casos, como -dicen que es práctica en Coca Cola, lo que hacen es agregarle un paquete de minerales, así la denominan ‘ agua mineral’ , consiguiendo aumentar de esta forma su precio, convirtiéndose en uno de los mayores negocios del mundo.

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