Estuvo en la casa de las familias chilenas hasta hace pocas
décadas. Pero detrás de esta iconografía ochentera, se escondía un mito. Uno
que hizo que esas mismas familias terminaran llevándolo a la hoguera.
Indiscutiblemente triste, el cuadro de aquel llorón rubio y
de ojos azules, por alguna razón gustaba mucho a los clientes de las ferias y
había semanas en que se vendía como pan caliente. Durante años, la imagen del
pequeño de las lágrimas peleó codo a codo en el ranking de ventas contra el rey
del pop, Michael Jackson y contra la entonces promesa de la balada latina, Luis
Miguel. Pero esa conmovedora sensación que inspiraba el pequeño, se esfumó de
un minuto a otro. Un rumor empezó a correr, poderoso e imparable, y terminó por
convertirse en mito. Y como tal, mientras más se ventilaba, más versiones
generaba:
2.- De medianoche, el que quisiera, podía hacer pacto con el
mismísimo diablo. Había que invertir el cuadro para lograrlo.
3.- Si el cuadro se giraba en 90 grados, era posible ver a
una figura monstruosa que aparecía devorando al pequeño. Esto demostraba
supuestamente el carácter maléfico de la pintura.
4.- La mejor forma de terminar con la maldición del cuadro,
era quemándolo.
A comienzos de los 90 ya casi no había señales de la imagen
Según la leyenda, este cuadro nació en España -curiosamente
en los 50, en la era de Franco y se habría extendido a otros países como
Turquía, Argentina y Chile. Pero sobre el supuesto autor se sabe muy poco.
Sitios en internet señalan que lo habría pintado Bruno
Amadio, alias Bragolin, pero no aparecen elementos biográficos de tal autor,
solo se sabe que es un pintor de fama algo extraña. Nacido en Sevilla, es el
supuesto creador de una serie de dibujos conocidos como los Niños Llorones.
Según la leyenda, este pintor, frustrado por su nula fama
como artista, habría hecho un pacto con el Diablo ( ) para que sus pinturas
fueran bien recibidas por la sociedad. Después de eso, realizó una serie de
trabajos en los que destacaba la presencia de niños llorando.
En los 50 se dieron muchos casos de casas incendiadas donde
se encontraba una reproducción de dicho cuadro, quemándose todo, incluido
cadáveres, y lo curioso de todo esto es que el cuadro permanecía colgado en la
pared sin un solo rasguño.
Los que investigaron el caso no hallaron una explicación a
este fenómeno, solo lo llamaron ;La maldición del niño llorón. Según como se
observe el cuadro se puede ver el rostro de un demonio en el, para ello hay que
darle la vuelta 90º en sentido de las agujas del reloj.
Se dice que al ver el cuadro, uno siente como el niño de
ojos llorosos y mirada tierna te sigue con la mirada, se siente un ambiente que
te pone los pelos de punta.
Uno de esos cuadros fue realizado a un niño que vivía en un
orfanato. Más tarde, el orfanato se incendió con el niño adentro, y desde
entonces se ha dicho que ese cuadro en especial adquirió el espíritu del niño.
Mucha gente posee este cuadro, pero dice que solo ataca a
aquellos que descubren que el cuadro esta encantado, en la noche se escuchan
lamentos lejanos, el niño sale del cuadro sube a tu habitación y te quita la
vida, si es que no mueres antes de la impresión al ver su rostro endemoniado.
Luego incendia la casa con todos adentro y borra así la evidencia de su crimen.Menudo
travieso el niñito.
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