No hay nada más diferente que un amigo real y un falso amigo
que pretende hacerte creer que va a estar ahí para lo que necesites.
Por
desgracia, muchas veces solo nos damos cuenta de esto cuando hacemos frente a
un problema serio y comprendemos que no teníamos tantos amigos como creíamos.
Por ello, te damos algunos detalles para que seas capaz de identificarlos antes
de que llegue a darse esta situación.
1) Nos perdona cualquier cosa
Todos cometemos errores y algunas veces esos errores son
bastante grandes. Pero el amigo de verdad, a diferencia del falso, no va a
permitir que esa metedura de pata se convierta en el motivo del fin de nuestra
amistad, porque es consciente de que nada es más importante que mantener la
amistad.
2) Nos deja explorar nuevos intereses
Si somos capaces de mantener una verdadera amistad durante
años, es lógico que cambiemos durante el paso de esos años y que de repente nos
interesen cosas que antes jamás habríamos imaginado. Pero el verdadero amigo,
en vez de obligarnos a seguir siendo como siempre, nos animará a que persigamos
esas nuevas metas.
3) Conoce todas nuestras peculiaridades
El amigo de verdad nos conoce tan bien que sabe
absolutamente todo de nosotros. Tanto lo bueno como lo malo con esas manías que
tenemos, nuestras alergias, qué bebidas no debemos mezclar y un sin fin de
anécdotas. Si el que dice ser nuestro amigo no conoce ni la mitad de nuestros
pequeños secretos, es que realmente no es nuestro amigo.
4) Mantiene siempre el contacto
Si un amigo solo contacta con nosotros cuando necesita algo,
es que no es realmente nuestro amigo. Y lo mismo pasa con el que nos llama para
saber los cotilleos del barrio. El amigo de verdad siempre va a llamarnos
porque sí, sin importar el motivo, simplemente porque quiere vernos.
5) Nos guarda los secretos
No hay nada más importante que tener un verdadero amigo en
quien confiar nuestros secretos sabiendo que jamás nos traicionará. Y no
importa lo absurdo que a ese amigo le aparezca el secreto. Si es un amigo de
verdad, lo llevará hasta la tumba.
6) No le importa como vestimos
Si un día quedamos con un amigo y nos presentamos en
pantalones de deporte o sin habernos lavado el pelo, según sea su respuesta
demostrará ser un amigo real o falso. Porque a los reales les da igual cómo nos
presentemos siempre y cuando nos presentemos.
7) Siempre ofrece un hombro sobre el que llorar
Si un día estamos mal y necesitamos recibir consuelo por
parte de nuestro amigo, su reacción será totalmente distinta si quedamos con un
falso amigo. Este se limitará a darnos un par de palmaditas en el hombro y
tratará de cambiar de tema. Pero el amigo de verdad nos abrazará y consolará
todo el tiempo que necesitemos, sin importar lo incómoda que pueda ser esa
situación.
0 comentarios:
Publicar un comentario